#CostumbresyTradiciones
Durante el mes de octubre y parte de noviembre participé en un concurso sobre las costumbres y tradiciones. Traje al presente un episodio de mi infancia, con ello quise rendir homenaje a mis seres queridos, a mi abuela que tanto me enseñó y todavía echo de menos.
Mariposas de Luz es el relato representante de las costumbres y tradiciones de 2022 en Grupobúho tras ganar el mayor número de "me gusta" del evento con su publicación.
La Magdalena penitente de Georges de la Tour, óleo sobre lienzo 1644 |
Mariposas de Luz
He crecido en un pueblo muy pequeño donde las tradiciones y las costumbres están muy arraigadas. Contrario a lo que se cree, no guardo algo significativo de aquella época por estas fechas.
Noche de mesa camilla frente al televisor donde un Juan Tenorio declamaba su amor a doña Inés. El olor a mandarina llenaba no solo la habitación, también las manos infantiles y más tarde adolescentes, que dejaron al Tenorio por un absurdo disfraz de Halloween. He de confesar que he vuelto a sus versos y me encuentro entre sus admiradoras secretas.
Recuerdo la voz de mi abuela, contándonos alguna historia sobre las ánimas que regresaban esa noche al mundo de los vivos. Decía que suelen acostarse en la cama que hubiera vacía o en su defecto a tu lado.
Por aquél tiempo yo dormía con mi hermana, y el temor a la presencia no me preocupaba. Aunque me declaro temerosa de las sombras que las mariposas* dibujaban en el techo. Era un espectáculo hipnótico que poco a poco me inducía al sueño. Reconozco que las pesadillas nunca se presentaron, pese a que mi abuela nos aseguraba que el abuelo había estado entre nosotras un año más.
Al día siguiente, yo pasaba revista a todas las camas de la casa buscando algún indicio certero. Solo me quedaba creer en su palabra e inocentemente miraba a las mariposas dando las gracias por haber iluminado su camino.
Ahora que el tiempo me ha convertido en la adulta que soy, rescato con cariño el recuerdo de aquella tradición austera. Los tiempos cambian y nos dejan una fiesta que nunca nos perteneció, pero sigo escuchando a don Juan entre efluvios de mandarina y sombras en mi salón. Queda una cama vacía donde espero recibir a mis seres queridos.
© Auroratris
*Lamparillas para aceite