lunes, 28 de diciembre de 2020

Atre-Vida

 





Con la invitación en una mano del Baile al Salón de Dulce y la elegante máscara en la otra, miro de manera condescendiente al calendario de este fatídico Año 2020. Lo comparo con aquél novio heavy que una vez tuve; retándole con la mirada me propongo a acudir al encuentro donde nada malo pasa y todo es Magia y Risas.

Me zambullo en la amplia bañera llena de sales aromáticas, para más tarde hacerlo en el armario e ir formando el atuendo que me vestirá esta noche. Atre-Vida, es lo que me pide el cuerpo para sacudir el entumecimiento de cada uno de los meses que me observan desde la blanca pared.

Paso de la discreción al escándalo del brillo y de la tela sutil, del paso plano al puro vértigo que da calzar unos tacones de infarto. Mis pies no tienen derecho a reprimenda en este evento. Voy construyendo capa a capa todo aquello que quiero resaltar, que si mi busto a juego con la luz de mis ojos, mi sonrisa con los reflejos de la lentejuela.

Lista como un cristal de Swarovski en su joya y la determinación de una Gloria Trevi, me lanzo a la aventura de la madrugada en la maravillosa compañía del Querido Caballero que año tras año me regala el placer de una danza, un brindis y una mirada enigmática junto a un ramillete de Bellas Mujeres que tras sus máscaras me dejan ver el Cariño y la Amistad.

El tañer de las campanadas abre la caja de la esperanza, entre abrazos y deseos entramos en el 2021.

Mi Brindis y Mis Mejores Deseos.

 

© Auroratris.

























lunes, 21 de diciembre de 2020

SaLitre

 






Estas humedades que me están matando, haciendo que cada día vaya perdiendo valor. Qué tiempo aquél cuando él me soñaba, me delineaba en su cabeza cada noche, me gustaba cómo me imaginaba, la vida que albergaría algún día. De ser una ilusión pasé a ser una realidad justo el día de su cumpleaños. Vistas al mar para su disfrute. Podía sentir su orgullo al mirarme cada vez que entraba por la puerta de la finca. Sin bajarse del coche me recorría con su mirada mientras yo me alzaba ante él. Ahora solo quedamos este salitre marino y yo. La ciudad me lo robó.


©Auroratris








Cortesía de Laura
(Gracias, mi niña)




sábado, 19 de diciembre de 2020

NavidadConVosotr@s

 


Lo bonito de estas Fiestas 

es la Gente que me Acompaña. 

No son tod@s l@s que están

ni están tod@s l@s que son,

Gracias por Ser y Estar

SIEMPRE,

Mis Querid@s Amig@s.

Para Tod@s Vosotr@s

Salud,

Paz,

Prosperidad.




Gracias Mi Querida Athenea


Gracias, Mi Querida Cora


Gracias, Mi Querida Gine

Gracias, Mi Querida María


Gracias, Mi Querida Campirela


Gracias, Mi Querido Dulce


Gracias, Mi Querida Mag


Gracias, Mi Querida Lunaroja


Gracias, Mi Querido Juanky


Gracias, Mi Amigo Poeta



Gracias, Mi Niña Siby


Gracias, Mi Querida VickySalazar


Gracias, Mi Querido Chema


Gracias, Mi Querida Alma



Gracias, Mi Querida Milena


Gracias, Mi Querida Flora


Gracias, Mi Querida Dafne



Gracias, Mi Querida Rita








lunes, 14 de diciembre de 2020

VozDelPasado






Que vengan por fin a rescatarte del listín telefónico no es muy agradable después de todo. Solo tiene una explicación, que el resto de nombres le han dado calabazas. Por lo tanto, Mariana, no se apresuró en contestar la llamada. Dejó pasar la mañana tranquilamente hilvanando mil conjeturas hasta que, pasado un tiempo prudencial decidió responder si se repetía tal acción. Suceso que ocurrió justo cuando se disponía a tomar un café. La voz al otro lado le regaló los oídos con palabras melosas. Ella agradeció la atención y colgó. En otro tiempo esa voz hubiera conseguido su propósito.

 

©Auroratris

 


Microrrelato para

La Cadena

La Ser



lunes, 7 de diciembre de 2020

El Cielo de los Gatos

 



Mientras chirrían tus arrugadas costuras de bronce, me voy posando sobre tu regazo y dejo que el descuido de una caricia se pasee por mi lomo. Ambos estamos viejos y asustados. Tú porque vives sumido en una ceguera impuesta y, yo porque sin ti vislumbro un futuro incierto y oscuro. Me sumo en un sueño profundo al son de tu acompasada respiración, tu pecho pareciera una hueca caja de latón a la cual se le cuela el viento por sus débiles rendijas dejando un sonido silente que invita a dormitar.  Si el cielo de los gatos existe, estoy seguro de que ha de parecerse a estos momentos.

 

© Auroratris



Microrrelato para la Cadena

La Ser