Mi participación en la propuesta "Metáforas"
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Cortesía de Ginebra Blonde |
Obra de Katie Watersell |
Manolita le espera como la primera vez, porque siempre hay una
primera vez para envolverse en aras del amor, sentir el leve mariposeo
acariciando la tripa y dejar que el tiempo transcurra porque no hay otro modo
mejor para hacer.
Manolita se deja llevar por el ensueño que da estar siempre
en las nubes o tener la cabeza llena de pájaros, pero de esos exóticos que
habitan en cualquier playa más allá del desierto. Ay, Manolita vive este amor
como si no hubiera un mañana y cada minuto contara como una vida. Aunque,
Manolita ya tiene a su espalda varias vidas y esta, que podría contar como la
séptima en los gatos, ésta, precisamente es la que está sintiendo con más ahínco
y más intensidad.
El amor es un síndrome o un virus, todavía está por
determinar. Pero Manolita ya le ha puesto nombre a esta naturaleza de
enajenación mental. Ella le ha llamado: el Síndrome Áurea, por la
perfección anímica que otorga este estado, además de la física. El amor embellece
cubriendo en tono pastel la calidez y el rejuvenecimiento, y si viene
acompañado por unos ojos de tormenta, nada ni nadie podrá salvar a Manolita del
huracán.
©Auroratris
Mi Participación |