Puedo
plegarme en un dolor rayado y celeste,
sentir que
la vida es agua entre los dedos
y mirando al
cielo,
orar por un
poco más de tiempo.
Versar-Te
sobre suspiros y anhelos,
que enebro
en el ojo de una aguja invidente.
Por poder…
puedo
despertar un viento interno
con matices
de oro y bermellón,
colores
disparados desde esta trinchera,
que soy yo.
Y con este
armamento empujo a tu cuerpo
hacia un
lugar,
donde el
cruce seamos un nosotros
con el Norte
enlosado bajo los pies.
Porque la
plenitud la encuentro
cuando ingiero
sobredosis de pasión…
Tener-Te
Sentir-Te
Respirar-Te
ViDa.