miércoles, 10 de febrero de 2021

MaRina

 



Cómo íbamos a imaginarnos que no sabía nadar, siempre sentada frente al mar, con el reflejo del horizonte posado en su frente, como una diadema azorando su pensamiento. La profundidad de sus ojos desvelaba una añoranza latente, pensábamos que sería por no estar junto a ellos. Dicen que fue separada cuando todavía era muy niña. Se puede apreciar en sus rasgos infantiles, su pose a medio camino entre la coquetería y la timidez. Solíamos hacerle compañía en las tardes de verano. Reconozco que nos equivocamos con la decisión de devolverla a su casa. El bronce se hunde con los sueños.


©Auroratris


Microrrelato en Cadena

para La Ser.




domingo, 7 de febrero de 2021

SeráPorSoñar...

 






Su marido era insufrible, cada mañana la despertaba con el sonido estridente del despertador, que estratégicamente colocaba sobre la cómoda, situada en la parte más alejada de la habitación. Él mismo se aquejaba de la persistente luminosidad de la pantalla alegando que no le dejaba conciliar el sueño. Martina, ideó un plan, el cual creyó infalible. Preparó una sorpresa para Manuel. Colocó el despertador sobre su mesita de noche y sobre éste un regalito menudo muy bien presentado. El incipiente entusiasmo del marido bajó de intensidad el descubrir que se trataba de un antifaz y una breve nota: “dulces sueños, amor”.

 

©Auroratris