Mi participación
en la propuesta Luces
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Dejó caer las manos sobre su regazo provocando que el teléfono se estrellara contra el suelo. No era buena época para hipotecar todos los sentimientos. Las noches se traducían en llanto y los días se vaciaban poco a poco dejando un reguero de desánimo. Se preguntaba cómo sería sentir que la vida se escapa. Imaginó que sería como cuando el sueño llega en la madrugada atontando las facultades, doblegando la voluntad.
Una improvisación la sacó de donde se estaba ahogando sin
remedio. A veces, el destino es el que llama de manera improvisada, aunque, alguna
vez leyó: “No esperes que la luz del
destino ilumine tu vida, ilumínala tú”. Así sintió la llamada, el cambio, el giro que
le devolvería su propio reflejo y no esa sombra del espejo. Justo en el trayecto
hacia la aventura descubrió la señal que debía seguir, la luz que la traería de
nuevo a la vida.
Ahora el presente es un despertar a una nueva página donde poder
reflejar-Se, cada canción es un paso de baile a estrenar, en la mochila solo
lleva dos barritas energéticas y la liviandad que provocan los deseos. Mira al
horizonte desde su confianza, su fe, su yo devuelto.
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