Lo había presenciado infinitas veces, pero en esta ocasión
sería ella la que administrara el tratamiento al paciente con número de expediente 0666G.
Leyó su nombre en la hoja del historial y un escalofrío le erizó la nuca. Ese
nombre, sin decirle nada, le provocó toda la inquietud que ningún otro residente
logró desencadenar en ella.
Entró en la sala cuando Gustab, que así se llamaba, ya
estaba preparado para comenzar con aquél experimento. Antes de proceder la
avisaron de que no le mirara a los ojos. La mirada de un esquizofrénico
paranoide puede despertar múltiples sensaciones, una de ellas, pánico. La
blancura del lugar envolvió a todos cuantos allí se reunieron, pero solo ella
sintió el abismo.
Ignoró toda advertencia, administró la inyección
sosteniéndole la mirada. Registró cada estímulo que reflejaba el paciente. Éste convulsionaba a la vez que
mantenía la suya fija en la de ella. No había súplica en el gesto, se diría que
experimentaba una placentera sensación. Estaba convencida de que este medicamento de choque sería el adecuado a su diagnóstico.
Dejó de convulsionar, solo fue un momento en el cual
aprovechó para cerrar los ojos, sin ningún otro movimiento le reveló su nombre de
pila y su fecha de nacimiento: Mariam, 1912.
©Auroratris
Terrible desliz.
ResponderEliminarBesos.
Muy terrible, Alfred. Gracias por venir.
EliminarMil besitos y feliz semana.
Ay madre mía, a mi también me recorrió un escalofrío! Genial relato,corto, oscuro y escalofriante!
ResponderEliminarBeso grande!
Feliz de conseguir el objetivo, mi Luni... esos centros provocan mucha inquietud. Gracias de corazón por tu siempre compañía.
EliminarMil besitos llenos de cariño para ti y feliz semana ♥
Bravo Ana, te salio de lujo, estaba visualizando como esa enfermera podría resistirse a la mirada de ese loco especial.Un paciente con un historial así es todo un desafió para la ciencia.
ResponderEliminarUn besazo y muy felices sueños...
Totalmente, mi niña... un puro desafío para la ciencia. Gracias por tus palabras, siempre un placer tenerte.
EliminarMil besitos llenos de cariño y muy feliz semana ♥
El número de expediente tampoco tranquiliza mucho. Vaya historia con Gustab, llevo un rato decidiendo si escribirte con los ojos cerrados. Buenas noches
ResponderEliminarJa, ja, ja... mi preciosa Ester, tan solo buscaba un poco de inquietud, pero ya veo que me he pasado ;) Gracias por mantener los ojos abiertos.
EliminarMil besitos que te lleguen con mi cariño y feliz semana ♥
Hay miradas y miradas, y abismos a los cuales no es bueno asomarse. Inquietante final con esa inesperada revelación.
ResponderEliminarBesos muy dulces Mi Querida Auro y dulce fin de semana.
Que me lo digan a mí, mi querido Dulce... ay, de esas miradas. Gracias por tu comentario y tu siempre compañía.
EliminarMil besitos que te abracen con mi cariño y muy feliz semana ♥
Impactante final. De la locura tenemos cada vez más preguntas y pocas certezas... Me encantó, Auro. Tiene suspense. Muy bien escrito, además.
ResponderEliminarAbrazo hasta allá.
Muchas gracias, amigo Carlos. Los misterios de la mente y sus locuras. Un honor que me concedes.
EliminarMil besitos llenos de cariño y feliz semana.
Hasta yo me di miedo....jajaj... no soy muy simple, loco dentro de la cordura
ResponderEliminarGracias, Gustab por invitarme a esta convocatoria. Le di otro toque, siento haberte asutado. Aquella época asustaba tanto los metodos como la misma locura.
EliminarMil besitos y feliz semana.
Con ese número de expediente ya daba chuchito,abrazo.
ResponderEliminarJa, ja, ja..., es cierto, salió así de macabro. Gracias, Fiaris por tu compañía.
EliminarMil besitos para ti y feliz semana ♥
Los locos tienen miradas muy curiosas, algunos simplemente no están en este universo, y otros te clavan con la mirada. El experimento fue un éxito, tanto si el paciente murió tranquilo, o incluso si la enfermera fuese quien nurió.
ResponderEliminarUn abrazo
La mirada de un loco es muy inquietante y los métodos de los años treinta dista mucho de la que hoy en día se aplica. Ese final era para darle un toque de misterio. Agradezco mucho tu comentario, Albada. Gracias.
EliminarMil besitos que te lleguen y feliz semana ♥
Me dio escalofríos imaginar la escena. Saludos amiga.
ResponderEliminarGracias por percibir esta emoción, amiga Sandra.
EliminarMil besitos con cariño y muy feliz semana ♥
Me ha recordado cierta época en que trabajaba por entonces en una ciudad donde había un psiquiátrico. Y una de las amigas era enfermera de ese hospital. Nunca se me habría ocurrido que entraría en un hospital así, pero esta amiga nos llevo un día a visitarlo.
ResponderEliminarClaro, estuvimos en el jardín del hospital donde los pacientes repartidos por aquel inmenso jardín daban a entender mil mundos diferentes, Y yo si que tengo esa manía de mirar a los ojos.
Ahora con las mascarillas es mas fácil.
A lo largo de mi carrera he visto miradas que dan miedo, Erik. Agradezco mucho que hayas compartido esta experiencia comingo. Gracias.
EliminarMe encanta mirar a los ojos.
Mil besitos y feliz semana.
Lo leí tres veces, no preocedaba mi cerebro ayss...un relato de suspense el mirar y retener en ese acto, me da escalofrios de pensarlo.
ResponderEliminarDe cómo nos adentrarse en ese momento.
Como una novela realmente y la vida misma seguro también 😅🤦🏻♀️
Besos mil preciosa y mi cariño siempre que te abracen.
Ay, mi niña, agradezco mucho tu tiempo. Le di un toque de suspense y misterio, me parece maravilloso que lo sientas como una novela, de la vida, te aseguro que sí ☻
EliminarMil besitos con todo mi cariño que te abrace y muy feliz semana ♥
Un relato escalofriante querida Auro. Unos instantes de tensión máxima al imaginar la escena como en las mejores películas del mago del suspense. Has sabido recrear en la brevedad una historia para no dormir. Felicidades por tu bien y buen saber hacer, preciosa.
ResponderEliminarAbrazos con todo mi cariño.
Mi Marina, mil gracias por verlo así. Sí, busqué ese lado escalofriante que dan los psiquiátricos de aquella época. Gracias por Ser y Estar.
EliminarMil besitos que te abracen con mi cariño y muy feliz semana ♥
los ojos son las ventanas del alma. y cuando esa alma sufre algún tormento o desorden, también se refleja.
ResponderEliminarel número de expediente es un poco diabólico. ;)
besitos!! :*
Chema... eres un gran observador... así es... diabólico ;) Los ojos son el reflejo del alma y eso no lo podemos evitar, a través de ellos podemos apreciar los tormentos. Gracias siempre, por tu certero comentario.
EliminarMil besitos con cariño, solete, y feliz noche :)
Buen relato, te llena de miedo y pena no espera el final. Te mando un beso
ResponderEliminarMe alegro mucho de leer esto, preciosa. Gracias de corazón por verlo así.
EliminarMil besitos para ti y feliz noche ♥
Excelente, toda una historia de suspense en un sólo micro. Logras meter al lector en esa sala, y el final, chapó.
ResponderEliminarAbrazote.
Que tú me digas eso, amigo mío, para mí es todo un privilegio. Gracias de corazón por valorarlo así.
EliminarUn gran abrazo de buenas noches.
Me costó despertar, pero en ese despertar, la habitación se llenó de luz...lo había entendido, quizás serían las alas que me alejarían de todo esto.
ResponderEliminarLa libertad tiene un precio Mariam...