Se os quiere una vida,
(La que tengo)
Prometo volver...
Es más,
Amenazo con regresar.
Mientras tanto disfrutad
Con buen ritmo.
Cuidaros mucho, mi gente bella.
(Ambos blogs estarán en reposo)
Gracias 💕
Se os quiere una vida,
(La que tengo)
Prometo volver...
Es más,
Amenazo con regresar.
Mientras tanto disfrutad
Con buen ritmo.
Cuidaros mucho, mi gente bella.
(Ambos blogs estarán en reposo)
Gracias 💕
Mi participación en la propuesta "Secuencias"
Más participaciones AQUÍ.
Dicen que cuando el tiempo apremia nos entra la prisa por
captar todos los recuerdos que una vez formaron parte de nuestro pasado. Nos apresuramos
en recoger con palabras, con imágenes todo lo que acompañó a nuestra vida. Una vez
hecha la recopilación nos damos cuenta de que fue una buena travesía donde se
coincidió con personas que marcaron un antes y un después.
Cuando Margarita me contrató para escribir sus memorias
pensé que se trataba de la chaladura de una anciana a punto de expirar. Lo
sorpresivo no solo estaba en este deseo, también en su lugar de residencia. Un
pueblo en el fin del mundo, naturaleza, caballos… Imaginé ese espacio en su
mejor momento y sentí toda la historia del lugar. No hay nada como empezar por
el principio, allí fue donde todo nació.
Ella estaba prometida cuando Mauricio se instaló en su vida
unas semanas antes de la primavera. De cómo todo lo planeado durante largas
temporadas se va al traste por un beso, así lo describe en su relato. Un beso
que le cambió las revoluciones del corazón haciéndose leyenda en ella. Pasada
la estación cada uno siguió por su camino, pero ya nada fue igual para ninguno
de los dos. Ella le entregó un camafeo para que nunca la olvidara y él le hizo
la canción más bonita que jamás se recordara.
No se volvieron a encontrar, nada sabe el uno del otro, sin
embargo, cada primavera ella recibe la misma canción, sin remite y sin más
señas en la carta que el dibujo de un reloj.
Puedo mirar al horizonte y verles en ese beso prometiéndose
la vida entera o, simplemente dejando que este se pose libre en los labios del
otro.
Tengo órdenes de que cuando ella muera envíe este libro
junto a una vieja llave a un tal Matisse, dice que él sabrá qué hacer y podrá
al fin entenderla. Al menos intentarlo.
© Auroratris