sábado, 3 de agosto de 2024

MiLU

 

Mi participación en la propuesta "Un verano de fotografía"

del blog de Ginebra Blonde-

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Obra de Théo Gosselin



El mismo nombre habitando en distintos pajaritos. Cada verano se repite la historia: el calor saca de sus nidos a estos pequeños seres que todavía no han terminado de formar su experiencia en la vida. MiLu, es diminutivo de mi Lucero, caen del cielo, por ese motivo les llamo así a cada uno de ellos.

Les encuentro en la calle acurrucados en un rincón. Sé que algunos no llegarán a sobrevivir más que unos días bajo mi cuidado. Otros, han corrido mejor suerte y los he visto partir, perderse en el cielo junto a sus congéneres. Pienso que, mejor eso que ser devorados por algún gatito o, aplastado por la rueda de un vehículo, y lo que es peor, algún zapato mal intencionado.

MiLu viene a casa conmigo, es el centro de atención de mis gatos. Ellos, cautelosos, olisquean sin otra intención. Es como tener a un bebé al que hay que alimentar cada cierta hora. Su indefensión me provoca tanta ternura que me consagro para la misión de ser su protectora.

Pongo todo el mimo y el cuidado en alimentar a MiLu, hablándole, sujetando su frágil estructura siento el latido de su minúsculo corazón, el peso casi etéreo y su mirada confiada. Su boca es más grande que su cuerpo, es curiosa esta contrariedad anatómica.

Me armo de paciencia recolectando insectos, darle agua es toda una operación. A veces, le doy migas de pan impregnadas en leche. Una vez, descubrí que la tortilla francesa también es de su agrado, trocitos minúsculos de jamón de york.

Y así, poco a poco,  aprecio en MiLu otra mirada, otra energía. Sus movimientos son más rápidos, a su manera pide salir de la caja donde ha estado resguardado todo el tiempo. Contemplo con admiración su evolución y me siento orgullosa de su supervivencia.

Ha llegado el momento de la despedida. Salgo al monte, le llevo conmigo, sé que será la última vez que lo pose sobre mis manos y vea su inocente mirada. Admito que su confianza me desarma y rechazo deshacerme de él. No me pertenece, me digo, en un solo gesto con la mano impulso su vuelo, veo como desaparece perdiéndose ante mi vista. Convirtiéndose en un punto lejano y un recuerdo estival que ya no podré olvidar.

Regreso sin dejar de mirar al cielo. Cientos de MiLu me acompañan con su alegre algarabía. Me sonrío porque estoy convencida de que el año próximo volveré a cuidar de otro. Al llegar a casa me reciben unos ojos que destellan interrogación ante una caja vacía con una pluma huérfana en su interior. Pronto olvidarán esta aventura y a MiLu.


©Auroratris

 







viernes, 26 de julio de 2024

Hoy Cumplo Deseos Entre Amig@s

 


El tiempo vuela, es como una estrella fugaz que acaba desapareciendo antes de formular un deseo. Pero ese deseo se mantiene en la memoria y reverbera cada año sin fecha de caducidad. Un año más celebro mi cumpleaños junto a vosotros, me siento muy agradecida de teneros conmigo. 

MUCHÍSIMAS GRACIAS POR SER MI REGALO UN AÑO MÁS, MIS QUERID@S AMIG@S










 Campirela 💖



María 💖



Dulce 💖


Ginebra Blonde 💖



Marina 💖



Cora 💖



Alma 💖








Esther 💖




Chema 💖


Dafne 💖







Nunca están tod@s los que Son... GRACIAS DE 💖









martes, 16 de julio de 2024

Ostentación

 

Mi participación "Un Verano de fantasía"

Del blog de Ginebra Blonde.

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Obra Théo Gosselin

 

Fue una locura, todavía sonrío al recordarla y no me importaría repetirla. Dicen que dos son compañía y tres es una multitud. Ahora, discrepo desde que el tercer elemento fue tu moto; el cuarto, la velocidad; el quinto, el viento pegado a mi cara y mi cuerpo desnudo; el sexto, la aventura del paisaje; el séptimo, lo desconocido…

Está bien, dejaré de enumerar el equipaje de aquel verano rumbo a ninguna parte y me centraré solo en ti. Ya vuelves a prestarme atención, Señor Narcisista. No solo llevo clavado el rugido de aquel motor, también fueron clave o clavo para mi mente tus palabras. Las promesas de tu fisionomía en cada curva pegándose a mi desnudez. Aquellas vacaciones fueron toda una provocación a la indecencia. Gané la apuesta, ya sabes de lo que soy capaz cuando se me reta.

Conozco bien esa sonrisa entre pícara y traviesa mientras planeas alguna ocurrencia de las tuyas. De las que no defraudan y siempre suman. Sé que no me preguntarás, das por hecho que estoy de acuerdo. Y a mí me vuelve loca cuando solo me pides que te acompañe rompiendo mapas y perdiendo brújulas.

No tardes, ya conoces mi respuesta.



© Auroratris







jueves, 4 de julio de 2024

PuroSurrealismo

 

Mi participación en la propuesta "Surrealismo"

en el blog de Ginebla Blonde.

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Artist - Robin Isely)



Disfrutamos de unas vacaciones en un resort africano, concretamente Tanzania. No entraba entre mis destinos favoritos, pero me sumé a la locura de mi amiga. Siempre se queja de que nunca la acompaño en sus iniciativas.

Los días se dividían entre visitas guiadas a los distintos poblados y aldeas de alrededor, pequeños safaris por la reserva, baños en la piscina del resort, masajes y relax. La orden era que nadie saliera del recinto bajo ningún concepto si no quería ser devorado por animales salvajes.

Durante el safari contemplamos a varios de ellos, hermosos y elegantes los felinos, no parecieran tener mayor peligro, los cachorros se asemejaban a unos adorables gatitos. Me sentí muy atraída por ellos. Hasta se les veía sociables. Los elefantes me parecieron unos torpes muy graciosos, sobre todo los más pequeños. Así fuimos conociendo la fauna y la flora del lugar. Costumbres y una cultura muy diferente a la europea.

La última noche celebramos el fin de nuestra estancia. Hubo algo en mi comida, o en todo caso, mi bebida. Es una hipótesis. Recuerdo nítidamente todo lo que ocurrió en aquella selva idílica. Desde entonces me persigue una visión de la más surrealista.

No distingo si fue un sueño o realidad. Solo sé que sentía calor y estaba sentada en el borde de la piscina con los pies dentro del agua. Los demás seguían dentro, divirtiéndose. Algo se movió en la oscuridad, vislumbré el acercamiento pausado de dos faros sobresaliendo de allí. La tenue luz dibujó su forma felina. No hubo miedo en mí, en la leona sentí solo su interés.

Sigilosa se posó a mi lado, me contó una historia sobre mis antepasados. Se ofreció a mostrarme el lugar en el cual se inició todo. Me vi sobre ella, desnuda de pudores y vestida de una fuerza que jamás había sentido. 

Cortesía de Ginebra B.

En plena noche recorrimos una larga distancia hasta salir de la reserva. Ella insinuó que nos encontrábamos en el sitio al cual yo pertenecía. No podía ser, no la quise creer. Decía que no me dejara engañar por mi forma humana. Las dos éramos una y pertenecíamos a aquella tierra. El lado irracional se transforma en persona para explorar lugares que el lado racional no puede visitar. Es por eso que cada personal tiene su animal, su alma gemela en algún lugar del mundo.

Al día siguiente, uno de los empleados me despertó. Continuaba en el borde de la piscina, sentí un dolor punzante en la cabeza y la sensación achacosa que dan las agujetas. Ese sueño me había dado caña. Le quise dar las gracias al trabajador antes de volver a mi habitación. Guiñando uno de sus ojos me respondió y su respuesta me dejó abrumada:

“Regrese cuando quiera, está en su casa”



©Auroratris 




Mi participación




miércoles, 3 de abril de 2024

DulcesFlechas

 

Mi participación en la propuesta "Motivación"

del Blog de Ginebra Blonde.

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Obra de Kris Lewis

 

En todo inicio acompaña una motivación, hacerlo bien para conseguir el reconocimiento de los demás. Con el paso del tiempo una logra entender que eso es una falacia porque nunca llueve a gusto de todos, intentar agradar a todo el mundo es una tarea ardua e infértil, siendo una misma la más perjudicada.

Me llamo Montse, y soy de un pueblo tan pequeño y aislado que hasta su nombre es difícil de pronunciar. Mi futuro estaba predestinado desde el mismo día que nací. Ser niña después de tres hijos varones me otorgó un título que nada tenía que ver con los sueños que iban creciendo dentro de mí.

Se me crio entre tareas del hogar, faenas del campo. Se me dio una educación entre sumisa y servicial. Hasta se pensó en quién sería mi futuro marido. Yo, que soñaba con ver mundo y experimentar aventuras. Durante un tiempo ejercí haciendo lo que de mí se esperaba. Aun así, todo eran reproches y regañinas, porque, según ellos, no ponía interés ni cuidado en mis quehaceres domésticos. «Todo cuanto te decimos es por tu bien, hacer de ti una gran mujer». Esa frase lapidaria era como una dulce flecha que me hundía en la más triste desmotivación.

La diferencia de edad entre mi hermano mayor y yo nos separaba tanto como nos unía la pasión por los libros. Se nos daban bien los estudios. Solo que él sí tendría la oportunidad de demostrarlo yendo a la Universidad, mientras que yo seguiría soñando con aires de libertad.

Mi adolescencia la recuerdo algo tumultuosa porque salió a batallar la rebelde que llevo dentro. Eso ocasionó algún que otro momento desagradable para todos. Al llegar a la edad adulta comprendí que hiciera lo que hiciera siempre habría malas críticas.

Tomé una decisión si no drástica, sí definitiva para mí. Salir del nido, abandonar la zona de confort y presentarme al mundo con todos mis defectos y virtudes. Hacer lo que se me da bien simplemente para conseguir mi propia satisfacción personal.


No fue un camino de rosas compaginar estudios y trabajo, pero tenía una meta y no hay nada como la motivación para mover montañas. Para eso tuve que abandonar la casa familiar, el yugo patriarcal y demostrar, siempre demostrar la valía que se tiene, aunque no hagamos lo mismo que los demás esperan de una.

No es que yo quisiera un título honorífico, es solo que mi pasión me llevó a disfrutar de lo que hoy soy.


©Auroratris

 

 


Mi participación













domingo, 3 de marzo de 2024

EnajenaciónMental

 

Mi participación en la propuesta "Metáforas"

del blog de Ginebra Blonde.

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Cortesía de Ginebra Blonde 




Obra de Katie Watersell


Manolita le espera como la primera vez, porque siempre hay una primera vez para envolverse en aras del amor, sentir el leve mariposeo acariciando la tripa y dejar que el tiempo transcurra porque no hay otro modo mejor para hacer.

Manolita se deja llevar por el ensueño que da estar siempre en las nubes o tener la cabeza llena de pájaros, pero de esos exóticos que habitan en cualquier playa más allá del desierto. Ay, Manolita vive este amor como si no hubiera un mañana y cada minuto contara como una vida. Aunque, Manolita ya tiene a su espalda varias vidas y esta, que podría contar como la séptima en los gatos, ésta, precisamente es la que está sintiendo con más ahínco y más intensidad.

El amor es un síndrome o un virus, todavía está por determinar. Pero Manolita ya le ha puesto nombre a esta naturaleza de enajenación mental. Ella le ha llamado: el Síndrome Áurea, por la perfección anímica que otorga este estado, además de la física. El amor embellece cubriendo en tono pastel la calidez y el rejuvenecimiento, y si viene acompañado por unos ojos de tormenta, nada ni nadie podrá salvar a Manolita del huracán.


©Auroratris

 




Mi Participación 






viernes, 2 de febrero de 2024

Orestes

 


Mi participación en la propuesta "Un nuevo mundo"

del blog de Ginebra Blonde.

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🎨Chie Yoshii


 

Cortesía de Ginebra Blonde ♥




Mírala, ahí va como una Reinona o una Diva de otro tiempo mucho más anterior a este que vivimos tan precario. Dicen de ella que tiene el poder de escuchar el pensamiento a través de los oídos de un felino, su nombre, Orestes. Que su poder es tal, que allí donde la miseria se instala ella otorga riqueza, pero no una riqueza material y superflua, sino aquella que genera paz y bienestar a las enfermedades del espíritu.

Oí decir que las anteriores guerras cesaron por la petición de un niño, el cual la invocó día y noche hasta que el rezo fue escuchado por Orestes. Fueron muchos los lamentos causados por las equivocaciones de los poderosos. El poder tiene la capacidad de anular el sentimiento empático, ella el don de devolver equidad al mundo.

Ella sabe anular las miserias, concede los deseos haciendo realidad cada petición nacida del corazón. De su verdadero nombre nadie sabe, nadie habla sobre su procedencia, pero todos coinciden en que solo aquellos que sufren impiedades son conocedores de su naturaleza y de su auténtico estigma.

Ahí va, paseando la verdadera justicia que todos merecemos.

 

©Auroratris







Mi participación






lunes, 1 de enero de 2024

De Sombreros va el Juego

 


 



El paso del tiempo es una realidad. La última invitación del año es la firma tangible del cambio. Pero este Dulce Caballero sabe un truco de magia para que el salto hacia el Año Nuevo no sea nada traumático y sí lleno de aventuras mágicas. Me sonrío de solo pensar en mi indumentaria para lo prometido: fantasía y placer. 


No es que yo quiera competir llevando sombrero como el Dulce Caballero, pero reconozco que es un complemento muy sexy, si se sabe lucir con garbo. Miradle si no a él. Todo elegancia.

Recojo la invitación de mano del mensajero, no le pasa inadvertido mi rostro divertido y me devuelve el suyo algo pícaro. Le cierro la puerta sin más contemplación ya que hoy no tengo tiempo para flirtear. Otro día, según me pille, le sigo el juego.

¡Qué bonita invitación! Cada año se lo curra más y mejor este señor. 


Rauda me voy colocando mi traje Fashions, aunque no lo parezca es muy cómodo para el obligado baile con el anfitrión. El sombrero es un puntazo, es lo más. Estoy a punto de ir vestida solamente con él y mis Manolo Blanhik. Ja, ja, ja, vaya pensamiento se me acaba de cruzar. Fuera, que me haces perder la inspiración, le digo.

Bajo la Luna Violeta, frente a este Castillo Encantado y junto a la distinción del anfitrión me siento tan sofisticada como todo el conjunto.

Tomo su mano, más bien es él quien toma la mía, puedo adivinar el guiño en uno de sus ojos cuando se jacta de la presencia de mi sombrero. Le ha gustado, lo sé porque su brazo rodea mi cintura mientras me introduce en el Gran Salón.

Las gafas de sol es otro complemento sexy. Las deslizo hasta la punta de mi nariz para poder comprobar las bellezas que aguardan mientras las demás vamos llegando. Todas están divinas, como yo, aunque yo parezca un ave del paraíso con estas plumas. Igual tiene truco este traje y puedo echar a volar cuando la noche vaya decayendo. Me lo acabo de inventar, es que con tanto lujo una pierde la cabeza.

Se avecina la hora del juego y mi turno. Todas salen muy contentas tras esa puerta. A ver qué sorpresa me aguarda.

Me introduzco con decisión y él me espera con un trío de cartas extendidas hacia mí. Escojo una de ellas. Mi incredulidad se pasea entre su rostro y la carta en cuestión. Menos en uno de los detalles, ha dado en el clavo. Le observo atentamente por si ha hecho trampa. Él hace lo mismo conmigo, lo cual me pone algo nerviosa porque hay miradas y miradas, esta precisamente es de las que traspasan.

Imagino por un minuto que visualiza mi fantasía de cómo pensaba aparecer en el baile. No lo puedo evitar y me entra la risa floja. Él no entiende el motivo de por qué me estoy partiendo la caja con la carta en la mano. Se levanta de su sillón para coger con extrañeza la carta y con la misma extrañeza me mira fijamente con expresión interrogante en su rostro.

Y yo, entre hipidos por la risa, le cuento mi pensamiento alocado.

Su seriedad se transforma para acto seguido romper el silencio con una gran carcajada. Esto hace que me relaje un poco hasta que escucho el sonido de su voz, profunda y sensual, pidiéndome que cumpla ese deseo o sueño, ya que estamos en el Castillo de los Sueños. Ahí lo deja, tan ricamente.

Me quedo tan inmóvil como el brillo de sus pupilas a través de la máscara. Su porte formal, su figura esbelta es todo un reto. Y yo que soy de retos recojo el guante. La música insinuante que empieza a sonar de fondo me invita a ir retirando las prendas a su ritmo. Me imagino como Kim Basinguer en aquella película, ¡ya quisiera ella ser yo!

Y como la noche va de magia, en un rápido movimiento retiro el sombrero de su cabeza para cubrir mi pecho, el mío hace lo propio cubriendo más abajo. El aplauso y la sonrisa del anfitrión es todo cuanto necesito.

Ha sido una bonita noche de trucos y magia. Desde mi coche creo distinguir su silueta tras el cristal del gran ventanal. Percibo que no está solo. Este Dulce Caballero es todo un Casanova. Le lanzo un beso mientras me despido hasta el año que viene, él responde con otro beso al viento. Es el momento de arrancar el motor de mi Mini y salir  a la carretera antes de que el Sol tome posesión en el cielo y me robe la sensación de ensueño.

 


© Auroratris








Gracias Mi Querido Dulce por este Baile de Máscaras








Muchas Gracias, Dulce Caballero